Me voy ‘pa el norte’
- De la redacción
- 18 jun 2016
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San Lucas Ocotepec, comunidad de San Felipe del Progreso con mayor población en E.U.
San Felipe del Progresos. Estado de México.- originario de la comunidad de Emilio Portes Gil, actual presidente municipal de extracción priista, descendiente de la etnia mazahua, orgulloso de sus raíces, un hombre que trabaja por los pobres de su municipio; así es Olegario Romero López.
Un presidente con experiencia, con ganas de trabajar, ocupándose principalmente en el rescate de las costumbres mazahuas, en especial de la lengua materna (el mazahua), la cual habla en un 60 por ciento y entiende en su totalidad.
Un hombre que se ha abierto paso en la política a base de esfuerzos, su trabajo en los diferentes ámbitos hablan por sí solos; considera que los mazahuas merecen tener desarrollo y vivir con dignidad, por ello ha emprendido la tarea de abanderar sus peticiones, gestionando y realizando obras en las 129 comunidades de San Felipe del Progreso. Además de atender cada una de las peticiones de la población, también llevará programas y proyectos productivos a cada rincón de su municipio.

Tiene las bases para cumplir cada una de las tareas que se ha forjado; Olegario Romero López, ha sido la mano derecha de Javier Jerónimo Apolonio, ex presidente de San Felipe y actual delegado de la Comisión para el Desarrollo de los pueblos Indígenas (CDI). Un político que ha luchado por ganarse un espacio en la historia de ‘San Fe’. Hasta la fecha lo ha logrado, y no precisamente por sus buenas obras, sino por el sueldo que tenía mientras se desempeñaba como alcalde.
Los priistas que han gobernado el municipio, se han valido del discurso tan conocido de ser parte de la comunidad indígena, hijos o descendientes directos del jefe supremo mazahua, por lo que al llegar a la silla presidencial trabajaran por y para los mazahuas, solo que de pronto el presupuesto no alcanza y hay otras necesidades que no se encuentran precisamente en las 129 comunidades de San Felipe del Progreso, sino en los bolsillos y hogares del presidente y sus familiares.
No es casualidad que en el siglo XXI, el municipio continué sumergido en el rezago, que la educación, la salud, el empleo y el acceso a condiciones de vivienda dignas, sean sueños que los mazahuas solo imaginan en campañas electorales.
La comunidad de San Lucas Ocotepec, ubicada a escasos veinte minutos de la cabecera municipal, cuenta con más de dos mil habitantes. Uno de los sitios que más población exporta al vecino país, y es que para los hombres y mujeres de San Lucas Ocotepec, ‘el norte’ como suelen llamarlo, se ha convertido en una fuente de empleo. “Saliendo de la escuela me voy a ir a el norte, porque aquí no hay donde trabajar, no me gusta el campo y mis tres hermanos están allá desde hace diez años y les va bien” expresa José un pequeño de doce años.
Los hogares lucen imponentes, pero deshabitados, las familias de esta comunidad se han desintegrado a causa de la falta de empleos que puedan remunerar de manera adecuada el sustento, el campo pareciera rendirse y no querer dar frutos “no hay quien lo trabaje” comenta doña María con tristeza. Para los pobladores de San Lucas ya es costumbre que los presidentes no se ocupen de generar las condiciones óptimas para el desarrollo de sus comunidades.
“Ya nos acostumbramos a vivir de promesas, hoy en día Olegario está en la presidencia, mañana estará otro amigo de Apolonio y así sucesivamente, aquí en la comunidad ya hasta preferimos que nuestros familiares que están en E.U. nos manden para arreglar la calle o para las necesidades que se vayan teniendo, porque si vamos a la presidencia a solicitar, nos traerán de arriba para abajo”.

Es urgente que el gobierno de Olegario Romero López deje de lado los discursos políticos y opte por poner manos a la obra, llevando como el mismo lo expresó, programas que involucren a la población y contribuyan a tener familias unidas; aquí si vale la pena mover sus influencias, que el padrinazgo se deje sentir y que Javier Jerónimo, respalde las acciones que pudiesen darse.
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