Un gobierno de mentiras
- De la Redacción
- 12 mar 2016
- 2 Min. de lectura
A dos meses de gestión, Cristina Cruz Hernández, brilla por su ausencia y por sus engaños al pueblo.
Una de las principales características de las comunidades de El Oro es la belleza de sus paisajes que embriagan los sentidos; en el municipio se pueden sentir todos los climas, la hospitalidad de su gente hace que, quien visite la demarcación, quede con ganas de regresar.
Pareciera que en El Oro todo es progreso y prosperidad. Sin embargo, no es así. Hay comunidades que, debido a la vegetación existente en sus alrededores, han sido sepultadas por los tres niveles de gobierno.
La modernidad y el progreso son parte del discurso político de aquellos que aspiran a ocupar la silla presidencial, expresando y prometiendo a diestra y siniestra "el loro y el moro", todo para convencer a los pobladores de otorgarles un voto. Una vez electos, argumentan a todo aquel que los visite “no contar con recursos”, “el presupuesto no alcanza”, “esa obra no es prioritaria”, “véngase la otra semana, ahorita no hay nada” e infinidad de peros y pretextos que terminan cansando a los habitantes, quienes dejan de insistir, no porque no necesiten el apoyo, sino porque la economía no les permite los traslados.

Ese es el caso del barrio "Las Peñitas", localidad situada en la cima de una polvorienta montaña. Ésta tiene un aproximado de 300 habitantes hablantes de la alguna lengua indígena, su principal actividad económica está basada en el campo, del cual se abastecen, para evitar el gasto excesivo.
Sus carencias, al igual que otras comunidades retiradas de la cabecera municipal son: salud, agua, educación, y electrificación, esta última es una necesidad primordial para unas treinta familias, además para la Escuela Preparatoria Oficial Número 329.
Hace algunos años, los habitantes se unieron para pedirle al gobierno municipal que se realizara la ampliación de la electricidad, pero a la fecha, sigue sin resolverse el problema.
Las familias, los docentes y los alumnos de la EPO 329 viven en las sombras, se limitan a realizar sus actividades con la luz del día y, cuando el sol se oculta, los pobladores se refugian en sus hogares en espera de que, un día, algún presidente municipal se acuerde que, entre la espesa vegetación, existe el barrio Las Peñitas.

Además, le recuerdan a la presidenta de El Oro, Cristina Cruz Hernández y a todos sus compañeros de partido que en el 2018, se renuevan las alcaldías y, nuevamente tendrán que visitarlos “ya nos cansamos de las promesas de siempre, si vamos a visitar a la presidenta ya conocemos el discurso, ‘no hay presupuesto’, por lo que, mejor nos aguantamos hasta las siguientes campañas electorales, cuando vengan a pedirnos que votemos por ellos, entonces sí les diremos que lo sentimos, pero que no hay votos hasta que cumplan con sus promesas”, exclamó indignado un vecino de la comunidad.
Sin duda, la nueva alcaldesa de El Oro tiene una gran responsabilidad para subsanar las carencias que hay en su municipio, para ello, cuenta con tres años, de los que ya han transcurrido dos meses, sin que hasta el momento, se le vean ganas de trabajar por sus vecinos.
Cabe señalar, que con la ampliación de la electrificación se estaría mejorando la condición de las familias y de más de 60 alumnos que estudian en la escuela antes mencionada.
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