¡Necesito trabajar!
- shiguari
- 15 ago 2015
- 4 Min. de lectura
Atlacomulco sin fuentes de empleo.
Miles de trabajadores en todo el país, han sufrido los embates de la crisis económica que, ha traído consigo, el cierre de fábricas, empresas y pequeños comercios, éstos han decidido bajar las cortinas, mientras que los desempleados, se quedan con una mano atrás y otra adelante, para emprender de nuevo, la búsqueda de la fuente de la vida: el empleo.

El incremento en los productos de la canasta básica han ocasionado que, quienes se desempeñaban como jefes, encargados o gerentes de una empresa o comercio, se quedaran de la noche a la mañana, como desempleados; quienes eran pobres viven ahora en la pobreza extrema, es decir, no perciben ni un salario mínimo, que en Atlacomulco es de 68.28 pesos, establecido por la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, mediante resolución publicada en el Diario Oficial de la Federación del 30 de marzo de 2015.
El nivel de vida va decayendo, aunque el gobierno federal se empeñe en engañar al pueblo mexicano con que “todo está estable, el aumento del dólar es temporal”. Lo que sí es cierto es que los mexicanos no pueden sobrevivir, si no trabajan, porque no tienen ahorros ni gozan de seguridad social, no se pueden permitir el lujo de permanecer desempleados. La guerra encarnizada por conseguir un empleo es cada vez más desgastante.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT), explicó en un informe sobre las perspectivas del empleo en el mundo que, si esta situación persiste, en el 2019 más de 212 millones de personas en edad de trabajar en el mundo estarán desempleadas, lo que representa un crecimiento de 11 millones en comparación con el número de desempleados actuales. La OIT, agregó que en caso de querer aminorar dicho fenómeno y evitar los problemas sociales que genera el desempleo, las economías del mundo deberán crear hasta 280 millones de empleos en el próximo lustro.
Atlacomulco sin fuentes de empleo.
El municipio de Atlacomulco no cuenta con un plan para enfrentar dicha problemática, el presidente Arturo Vélez Escamilla no está lo suficientemente interesado en solucionar dicha problemática, pues una feria del empleo anual no es un programa eficiente para asegurar el empleo a los cientos de personas egresadas de escuelas técnicas y universidades.
Prueba de lo anterior es que, en los últimos años, se ha incrementado el número de personas desempleadas y, también, las que, al no tener una oportunidad segura de empleo, decide por salir a las calles y establecerse en los semáforos, al no tener más remedio que autoemplearse o pedir limosna, para asegurar el alimento de ese día, dejando a un lado vivienda y vestimenta, porque la alimentación es su prioridad. Algunas personas deciden vender dulces, otras, hacen malabares o limpian parabrisas, o simplemente piden limosna. Al cuestionarles la razón por la cual no tienen trabajo responden que “recuerdo que el presidente Arturo Vélez, en campaña, prometió que iba a crear fuentes de empleo y sí, sí las creó, hay más espacio en los semáforos para vender mis productos. Ni Arturo, ni el ahora Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, están interesados en invertir para crear empleos, a ellos sólo les ocupa que sus familiares tengan de donde obtener dinero, el resto de los mexicanos les vale, mientras ellos y sus familias tengan de dónde robar, lo demás no importa”, comenta Juan Luis R, originario de la comunidad de San José el Tunal.
Por su parte, José Guadalupe S, explica que “en estos tiempos ya no hay empleos con seguro social o salario digno, si bien, limpiando parabrisas no gano mucho, por lo menos no tengo un jefe que me esté mandando y que luego ni me pague bien”.
“Vendiendo alegrías no ganó mucho pero me sirve para darles de comer a mis hijos. Hace algunos meses fui a la presidencia a pedir trabajo y nadie me hizo caso, me mandaron a la colocación de empleos, y hasta ahorita no he recibido ninguna información. Mis hijos no se van a esperar para comer hasta que los de la colocación me encuentren un trabajo, ellos comen diario y no, hasta que a las empresas se les antoje contratarme”, explica Leonor García, originaria del Valle de San Juan.
“En las fábricas el suelo es muy bajo, los turnos son cansados y, para medio sobrevivir, tienes que doblar turno y no te dan empleo si eres menor de edad. En mis ratos libres, los ocupo para vender chicles y, así, ayudarme con mis estudios. A mis papás no les alcanza”, comenta Javier Guzmán, originario de San Lorenzo Tlacotepec.

Cabe destacar que se han creado diferentes ferias del empleo donde diversas empresas ofertan sus vacantes, pero éstas se encuentran ubicadas en las cabeceras municipales con horarios poco flexibles que dificultan a los aspirantes poder ser contratados “no es que queramos que se nos lleve el trabajo a la casa, pero el gobierno no piensa en las comunidades alejadas, donde después de las 16:00 o 17:00 horas, ya no hay transporte, Yo soy de San Felipe Pueblo Nuevo y, para allá, no hay camiones colectivos; en caso de trabajar en un empleo formal, no me daría tiempo de alcanzar los pocos taxis colectivos que hay, y tendría que contratar uno especial, entonces todo mi salario se iría en pasajes”, señala Jesús Benito.
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