Caravana Nacional por la defensa del agua, el territorio, el trabajo y la vida.
- Berenice Moreno
- 20 may 2015
- 3 Min. de lectura
El 19 y 20 de mayo, quedaron grabados en la memoria de los Orenses.
Con una lluvia que no cedía, a pesar de las peticiones que los anfitriones le hacían al creador, retrasando el andar de los visitantes, haciendo las horas largas y cansadas para quienes esperaban el arribo de la Caravana procedente del estado de Michoacán.

Pasadas las ocho de la noche por fin llegó el camión que transportaba a los integrantes de la tribu Yaqui y sus acompañantes que, decididos y aguerridos, llegaban a la caseta de Contepec, donde integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), división El Oro y Tepuxtepec, los esperaban.
El arribo y trayectoria de la caravana inundó los corazones de lágrimas de la mayoría de los presentes, lágrimas de esperanza - comentaban-.
La caravana Yaqui había llegado a las instalaciones del SME en El Oro. Todos los integrantes descendieron del camión y fueron recibidos por las familias de los electricistas de El Oro y Tepuxtepec. Se escuchaban porras, aplausos y clacsons que no paraban de sonar.
Luego de los abrazos y las lágrimas, los visitantes fueron trasladados al auditorio del Sindicato, donde se les ofreció de comer y se les brindó una calidad bienvenida con carteles en los que se leía: “¡Bienvenidos, estamos con ustedes, faltan 43!”.
Jesús Bastida Fuentes, Subsecretario del Interior, y Nelson Leyva Eslava Subsecretario General de Tepuxtepec, Michoacan, así como algunos jubilados, electricistas en resistencia, familiares y amigos de los secretarios - profundamente motivados-, les externaron su reconocimiento y se pusieron a las órdenes de quienes lideraban la caravana.
El llanto apenas perceptible de una pequeña de 6 meses, obligó a quedarse en silencio, las miradas se clavaron en su pequeña cara y en la de su madre que somnolienta permanecía en pie de lucha.
Así termino la primera noche en El Oro de las más de 40 personas, que, viajan desde diferentes estados del norte de la república con la finalidad de dar a conocer a la ciudadanía las vejaciones de las que han sido objeto y de no ser escuchados por el Gobierno Federal.

Al día siguiente, un sol abrazador que quemaba la piel, les dio los buenos días y las actividades iniciaron con una conferencia de prensa lidereada por Gabriel Álvarez Miranda, Cirilo Bautista Martínez, José Romero Enríquez y José Luis Gonzales; todos representantes de las diferentes organizaciones y comunidades indígenas presente en la caravana. Durante su mensaje, pidieron a la sociedad unirse a la lucha contra la privatización del agua, la libertad de los presos políticos Mario Luna y Gerardo Jiménez. También invitaron a los presentes para unir esfuerzo a favor de los salarios justos y un cambio urgente y radical para México.
La jornada continuó y la marcha dio inicio en las principales calles del municipio, encabezada por mujeres orgullosas de sus raíces indígenas.
La marcha estuvo acompañada por los Orenses quienes gritaban “¡Únete pueblo! ¡La gente se pregunta: ¿esos quienes son? somos mexicanos defendiendo a la nación!, ¡Vivos se los llevaron y vimos los queremos!”.
En el camino se unieron militantes de la Central Campesina Cardenista, quienes portando banderas externaron el apoyo a la caravana, siendo la privatización del agua, el tema principal.
Cabe destacar que las personas que tomaron el micrófono coincidieron con la necesidad que tienen los mexicanos de defender este recurso natural, conscientes de que México atraviesa por una crisis ideológica, política, cultural y económica. Se dijo también, que para lograr ser escuchados por el gobierno las diferentes organizaciones y sindicatos deben unirse para lograr un verdadero cambio. “Todos los mexicanos debemos unirnos en una sola idea, ¡la de transformar a México!”, gritaban entusiasmados.

Al término del mitin, los asistentes se retiraban contentos y con un semblante de esperanza; por su parte, los visitantes tomaron sus maletas y se subieron al camión que los llevaría a la comunidad de Berros, ubicada en el municipio de Villa Victoria, en el Estado de México. El camión inició su recorrido hacia el siguiente destino, custodiados por familias de electricistas que decidieron acompañarlos.
Al llegar a la comunidad de Berros, en el municipio de Villa Victoria, los integrantes de la caravana fueron recibidos por mujeres, quienes portaban soldaderas y escopetas de madera, dejando la reflexión de defender los recursos naturales y luchar por hacer de México un país con equidad y justicia.
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